Resumen
Objetivos: Las pruebas funcionales (FT), que se utilizan comúnmente para evaluar la función dinámica de la rodilla y brindar información objetiva sobre qué tan bien ha progresado un paciente en la rehabilitación después de una reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA). El propósito del estudio fue determinar si una prueba funcional podría usarse como una herramienta de evaluación para el regreso a la actividad después de una reparación aislada de menisco.
Conclusión: La mayoría de los pacientes con reparación aislada de menisco tienen un buen desempeño en las FT a los 4 meses después de la operación y similar a los pacientes que se someten a una reconstrucción aislada del LCA a los 6 meses después de la operación. No todos los pacientes tuvieron un buen desempeño en las FT a los 4 meses después de la operación; Sin embargo, puede haber un papel para la FT en pacientes con reparación de menisco aislada, y esos pacientes pueden necesitar más terapia física antes de volver a practicar deportes.
¿Cuáles son los nuevos hallazgos?
- Todos menos dos de los puntajes medios del índice de simetría de las extremidades para los pacientes con menisco estuvieron por encima del 90%, lo que indica que, en promedio, los pacientes con reparación de menisco tienen una buena mejora en la función neuromuscular a los 4 meses después de la operación.
- Además, los pacientes con reparación de menisco que se encuentran 4 meses después de la operación obtuvieron puntajes similares a los pacientes con reconstrucción del ligamento cruzado anterior que se encuentran 6 meses después de la operación. Esto sugiere que los pacientes con reparación de menisco aislada pueden volver a la actividad antes que los pacientes con reconstrucción del ligamento cruzado anterior.
- Sin embargo, una advertencia importante sobre el momento es que, a pesar del hallazgo de que muchos de los pacientes con reparación de menisco se desempeñaron bien en la prueba funcional a los 4 meses después de la operación, hubo algunos que no se desempeñaron bien. Esto puede indicar que hacer que los pacientes con reparación de menisco aislados realicen pruebas funcionales puede ser útil para evaluar el retorno a la actividad y que esos pacientes pueden necesitar someterse a más fisioterapia antes de regresar a los deportes.
Antecedentes
El desgarro del menisco, especialmente el menisco medial, puede provocar una estabilidad comprometida de la rodilla [1,2]. Las rodillas con deficiencia del ligamento cruzado anterior (LCA) dependen del menisco para la estabilidad, lo que demuestra que la estabilización rotatoria es una función del menisco [3-5]. El menisco desgarrado también desempeña un papel en la propiocepción defectuosa, lo que afecta la capacidad del cuerpo para percibir la posición relativa de la rodilla [6]. Una rodilla inestable y una con propiocepción deteriorada causada por un desgarro de menisco pueden provocar cambios degenerativos en la rodilla [2,7]. Por lo tanto, restaurar la función meniscal en el contexto de un desgarro de menisco es importante para la salud a largo plazo de la rodilla. La cirugía del menisco es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes que realizan los cirujanos ortopédicos [8–10]. Cuando el patrón de desgarro del menisco permite una reparación meniscal, lo ideal es proceder con una reparación para restaurar la función meniscal al máximo grado posible. Los criterios de referencia, en la literatura, para volver a la actividad después de una reparación meniscal incluyen la ausencia de derrame, un estado de rango de movimiento (ROM) completo y un buen control y fuerza del cuádriceps [11,12]. Sin embargo, dadas las propiedades meniscales descritas anteriormente, también es importante restaurar la función neuromuscular de la rodilla después de la reparación meniscal. El regreso a la actividad y la evaluación funcional neuromuscular después de la reparación meniscal es un área en la que hay literatura disponible limitada.
Esta institución utiliza pruebas funcionales (FT) que incluyen pruebas de salto y pruebas de propiocepción para evaluar la función neuromuscular antes de volver a la actividad para múltiples situaciones posquirúrgicas, incluida la reparación meniscal y la reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA). En las reconstrucciones del ligamento cruzado anterior (LCA), se ha utilizado la prueba de flexión temporal (FT), incluida la prueba de salto, para evaluar el progreso durante la rehabilitación y para identificar la asimetría de las extremidades [13–17].
El objetivo principal de este estudio fue evaluar la utilidad de la FT como herramienta de evaluación para la rehabilitación después de la reparación de menisco. Además, este estudio buscó evaluar el cronograma en el que la FT demuestra el retorno a la simetría de las extremidades y comparar esto con una población de pacientes de reconstrucción del LCA. Los autores plantearon la hipótesis de que la FT identificaría a los pacientes que tienen déficits neuromusculares residuales, pero que los pacientes de reparación de menisco tendrían un desempeño similar al de los pacientes de reconstrucción del LCA en un momento posoperatorio más temprano.
Gronbeck KR, Tompkins MA. Functional testing following isolated meniscus repair may help to identify patients who need additional physical therapy prior to a return to activity. J ISAKOS. 2024 Aug;9(4):557-561. doi: 10.1016/j.jisako.2024.04.007. Epub 2024 Apr 12. PMID: 38616017.